Fer Mavec

Hello Wolf!

agosto 18, 2025 | Fer Mavec

Ay Robot: Fer vs IA, el Manifiesto

La verdadera guerra contra las máquinas empieza cuando dejas de intentar ser una de ellas

Hay una epidemia, pero no la verás en CNN ni la va a declarar la OMS. Se llama Síndrome de Rebaño Techificado con FOMO Avanzado. Sus síntomas: ansiedad crónica cada vez que alguien en Twitter menciona “RAG” como si fuera el nuevo sexo tántrico de los ingenieros; miedo de quedarte atrás porque no dominas 15 modelos fundacionales antes del café; y la extraña compulsión de automatizar hasta la cantidad de agua que bebes.

Vivimos en la era donde hay gente vendiéndote la idea de que no puedes vivir sin conectar tu calendario con tu IA con tu base vectorial con tu GPT con tu alma. Y todo para qué: para mandar un correo de «¿nos juntamos mañana?» que antes resolvías con dos emojis.

Y si alguna vez te has sentido un poco borrego, un poco parte del rebaño tech, tranquil@. Bienvenid@ al club. Por eso escribí esto. Un manifiesto para los que, como yo, sospechan que en esta carrera a ver quién es más cyborg, ganan las máquinas… pero pierden las personas.


🧨 Manifiesto de los 7 puntos para NO ser del rebaño:

1. No compitas con la IA en su terreno.

Ella es rápida. Tú eres raro. Ella predice. Tú dudas. Ella ordena. Tú improvisas, lloras y haces memes. Juega en los terrenos donde ella se tropieza: ambigüedad moral, estética inútil, belleza sin objetivo. Haz arte, no dashboards.

2. Cultiva tu inutilidad productiva.

Haz cosas que no sirven para nada. Lee poesía. Mira una pared. Habla con tu perro. Y no, no le enseñes a tu perro a usar GPT. La IA te quiere útil, medible y rentable. Pero tú eres humano. Eres gloriosamente improductivo y deliciosamente ineficiente. Ámate así.

3. Di no a la religión del “estar al día”.

El conocimiento profundo es como un buen vino: toma tiempo, te emborracha el alma y no puedes automatizarlo. Prefiere leer un solo libro que te cambie la vida a 100 newsletters que te cambian el scroll. Tu cerebro no es un feed.

4. Mide éxito en impacto humano, no en KPIs.

¿Quieres métricas? Cuéntame cuántas veces hiciste que alguien se sintiera visto, escuchado, valioso. ¿A cuántos sacaste del algoritmo por un segundo y los hiciste sentir reales? Ese es tu ROI. El resto es masturbación estadística.

5. Protege tus zonas de caos controlado.

Donde puedas llorar sin que Alexa te interrumpa. Donde el error no es bug, sino chispa creativa. Donde no hay prompts, ni lógica, ni versión 4.1. La IA necesita orden. Tú necesitas desmadre con sentido. Crea espacios donde el alma respire, no donde rinda.

6. Habla con los que el sistema ignora.

Ve con tu abuela. Con el señor del tianguis. Con esa niña que inventa juegos con palos y lodo. Ellos saben cosas que ni el LLM más caro puede deducir. Porque la verdadera sabiduría no está en los datos, sino en las grietas.

7. Construye legado, no solo output.

Un día tu código será obsoleto. Tus dashboards serán basura. Tus prompts serán arqueología. Pero lo que dijiste, lo que amaste, lo que tocaste… eso puede quedarse. Haz cosas que resistan el olvido, no solo el benchmark.

Epílogo:

La IA no vino a matarnos. Vino a tentarnos a dejar de ser humanos. A obsesionarnos con ser útiles, optimizados, eficientes… como si eso fuera lo mismo que estar vivos. Pero aquí estamos. Con emociones desbordadas, ideas inútiles y ganas de abrazar en lugar de automatizar.

Porque, al final, no ganará quien tenga la mejor API.

Ganará quien recuerde cómo se escucha una risa sin wifi.

Share: Facebook Twitter Linkedin
Bienvenido a Fer Mavec
julio 1, 2025 | Fer Mavec

Soy Fer Mavec. Tengo diabetes, no paciencia. Y este blog no es terapia, es resistencia

Soy Fer Mavec. Mexicano, ingeniero, inventor de soluciones tecnológicas… y, desde hace años, portador oficial de una enfermedad crónica y una impaciencia terminal con todo lo que se hace mal en salud, educación e innovación.

Tengo diabetes tipo 1. Eso significa que mi páncreas decidió jubilarse antes de tiempo y yo tuve que aprender a hacer su chamba. A diario. Sin error. Sin descanso.
Vivir con diabetes en México no es solo pincharse los dedos o contar carbohidratos: es jugar a ser médico, nutricionista y contador sin haberlo pedido. Es lidiar con sistemas de salud diseñados más para archivar que para cuidar, con apps hechas por gente que no tiene idea de lo que es una hipoglucemia a las tres de la mañana.

Y claro, como si fuera poco, te piden que estés “motivado”, “agradecido” y que seas un “paciente empoderado”.
¿Empoderado? Hermano, si estoy aquí escribiendo esto, no es por empoderamiento, es por terquedad existencial.

Por eso empecé este blog. No para contar mi vida como novela melodramática, sino para diseccionar el desastre con bisturí afilado. Para decir lo que nadie quiere admitir en las juntas de innovación: que muchas soluciones están tan desconectadas de la realidad como un político en campaña.

Aquí vas a leer sobre Glucomentor, sí, la app que desarrollé como quien construye su propio paracaídas en plena caída libre.
No la hice por pasión ni por monetizar mi “experiencia vivida” como si fuera influencer de enfermedad. La hice porque me harté. Porque si el sistema no escucha, hay que gritar desde otro lado.
Y si además de medir glucosa, puedo medir el nivel de cinismo en la industria… mejor.

Pero también te voy a hablar de lo que aprendí hablando con pacientes que sobreviven con 900 pesos al mes en tiras reactivas; de escuelas que educan con PowerPoints de 2005 y esperan resultados del siglo XXI; de emprendedores que creen que el dolor se resuelve con UX bonito y pitchs con voz grave.

Soy mexicano, sí. De ese México que combina genio con precariedad, creatividad con desmadre, y donde lo informal a veces salva más que lo institucional. No soy un niño genio ni un caso de éxito con documental en Netflix.
Soy un tipo que codea con insulina en el cuerpo y escepticismo en el alma.
Que construye soluciones porque no le queda otra. Porque vivir ya es bastante difícil como para además tolerar aplicaciones inútiles y discursos baratos.

Este blog va de eso. De mirar al futuro sin ponerse lentes rosados.
De cuestionar los dogmas del emprendimiento, sin pedir permiso.
De entender que la tecnología, si no toca el suelo, es puro placebo digital.

Así que si tienes una enfermedad, una idea, un hartazgo o simplemente curiosidad por ver cómo se construye algo a pesar del sistema… bienvenido.
Esto no es inspiración. Es diagnóstico.
Y créeme: el pronóstico mejora cuando dejamos de mentirnos.

Soy Fer Mavec. Y no vine a motivarte. Vine a incomodarte hasta que hagas algo útil.

Si quieres formar parte de los primeros usuarios de GlucoMentor envíame un correo a fer@glucomentor.io Te recomiendo visitar el sitio antes GlucoMentor

Share: Facebook Twitter Linkedin